Healthy lifestyle en Navidad, ¿es posible?

Navidad es sinónimo de celebraciones, de reuniones familiares pero, sobre todo, de comer. Las típicas celebraciones son en tres fechas clave, así que tres días de "comilona" no tienen por qué significar arruinar tu dieta o subir de peso, y de ser así, es que no estamos haciendo algo "bien"... 

El chip que debes meterte en la cabeza durante estas fechas es exactamente el mismo que el que tenemos ahora: comer bien y saludable y mantenerse activ@. No te tortures por comer de más o comer "peor", porque no concebimos una vida sin disfrutar de la comida y, sin duda, estas fiestas son una ocasión genial para ello.

Si durante esos días sigues comiendo igual de bien que lo estamos haciendo y sigues haciendo tu ejercicio habitual, no tienes por qué llegar a año nuevo con dos o tres kilos de más; como mucho te sentirás hinchad@ o pesado en dichas fechas clave pero recuerda que todo lo que sube, baja, no te agobies.

No obstante, para aquell@s que os sentáis a la mesa de Navidad y os dejáis el "healthy" chip olvidado en casa, ahí van unos cuantos 

- Evita el picoteo de antes de comer. Salvo que sean delicatessen que se han preparado con especial cariño para la ocasión, no caigas en llenarte antes de tiempo y pasar horas y horas comiendo desde que llegas al lugar de la celebración hasta que te vas.

 Si el picoteo es a base de snacks, aceitunas, empanada... no vas a descubrir nada nuevo porque ya conoces a qué sabe todo. Espera un poquito más a que lleguen los platos o no caigas en ese picoteo compulsivo y elige aquellos snacks más ligeros. También puedes servirte unos pocos en un plato y comerlos relajadamente siendo consciente de la cantidad.

Si eres tú el/la organizador/a de la comida, puedes optar por entrantes ligeros a base de frutas o verduras o evitando los fritos o las salsas a base de grasa. Durante estos días iremos poniendo algunos ejemplos en el blog y en las redes sociales.

- Cuando lleguen los platos principales, intenta servirte la racción que crees lógica y disfruta de ella. Si hay verduras, aprovecha para llenar tu plato de ellas y disminuye la cantidad de otras guarniciones menos ligeras. Intenta no bañar tus platos en salsa. De nuevo, si eres tú el o la cocinillas, busca opciones de platos más ligeras. Hay infinidad de recetas sabrosas yvistosas que no tienen por qué ser super grasientas y calóricas.

- Si ya vas a comer hidratos de carbono en la comida principal, por ejemplo, esa guarnición de patatas con salsa tan buena, reduce la cantidad de pan, estarás evitando un montón de calorías a mayores.

- Bebe agua incluso si estás bebiendo alcohol. Prueba a tener siempre tu copa de agua aunque estés bebiendo otra cosa. Bebe antes, durante y después de las comidas.

- Repite ración con consciencia. Seguro que lo que estás comiendo está increíble, pero sabes perfectamente que ya te ha llegado y que un platito más no te va a sentar nada bien. No repitas compulsivamente, piénsalo un segundo. Deja sitio para el postre, anda, que la abuela ya te dará las sobras en un tupper...

- Cuando llegue el postre, también funciona lo de servirse en el plato. Si hay variado de turrones, polvorones, galletitas, etc.,escoge un poquito de lo que te apetezca y disfruta, pero no repitas una y otra vez. Picotear directamente de la bandeja es peligroso porque no somos realmente conscientes de las cantidades que nos estamos metiendo entre pecho y espalda.

- Y lo más importante de todo: disfruta. No caigas en tonterías de "compensar" los excesos dejando de comer en el resto de comidas del día o matarse a hacer ejercicio. Recuerda que no estás a dieta, sino que llevas un estilo de vida saludable que es para toda la vida, y no vamos a estar toda la vida torturándonos cada vez que comamos un poco peor, así que, hagas lo que hagas, DISFRUTA de ello.

¡Felices fiestas!