Empanadillas veganas de algas

Esta es una receta dedicada a todos nuestros seguidores veganos o vegetarianos. Tanto para ellos como para los que coméis productos animales, estas empanadillas os van a encantar.

La masa está hecha con harina de avena y harina de maíz, y está pensada para cocinarse en el horno (y no tener que freirlas), así que son sanísimas.

El ingrediente principal es el alga, que hoy en día se encuentra fácilmente en cualquier supermercado, aunque también les hemos puesto cebolla, zanahoria, sésamo y salsa de soja.

Os animamos a probarlas y a que innovéis con diferentes rellenos... Nosotras ya estamos pensando en las siguientes :)

Panecillos integrales de tomate seco y orégano

¡Que levanten la mano los adictos al pan! Nosotras lo somos, y mucho. Nos gusta incluirlo en nuestra alimentación a diario, ya sea en el desayuno como para resolver alguna cena (a base de tostas variadas).

Si lo tomáis con cabeza, podéis tomar pan a diario hasta si estáis a dieta para adelgazar. La clave está en el equilibrio y en combinar bien los alimentos a lo largo del día (y, por supuesto, no atiborrarse con él, siempre eligiendo raciones razonables).

En esta receta os explicamos cómo hemos hecho estos deliciosos panecillos de tomate seco y orégano, que combinan genial, por ejemplo, con un poquito de jamón serrano, tomate rallado, aceite de oliva y sal.

Como la mayoría de los panes naturales, es mejor consumirlos en el día, puesto que tienden a endurecerse, pero si os quedan para el día siguiente, solo tenéis que tostarlos un poquito antes de comerlos.

Sushi low cal (sin arroz)

En los últimos años el sushi se ha puesto muy de moda, y no nos extraña, porque está francamente delicioso. 

Desde luego, por sus ingredientes, nos parece un plato de lo más sano: arroz, alga, verduras, pescado crudo... La controversia está en que mucha gente que está siguiendo una dieta de adelgazamiento, no lo puede comer tanto como quisiera por el tema del arroz y porque para conseguir esa textura pegajosa se le añade azúcar.
Además, es super vicioso y al tomarlo así en plan "picoteo" es difícil llevar el control de las cantidades que te estás comiendo. Aún así, como siempre decimos, todo alimento incluido en cantidades razonables no tiene por qué ser malo o "engordar". El sushi también está incluido en nuestra filosofía de comer con cabeza...

La receta que os traemos es un sushi sin arroz, apto, por tanto, no solo para los fans del sushi que quieran cambiar un poco sus ingredientes, sino también para los que estáis a dieta (baja en carbohidratos o baja en calorías). El sustituto que hemos pensado para el arroz es la coliflor rallada y prácticamente cruda; aunque os suene raro, al comerla así, no te das cuenta de que estás tomando coliflor y, sin embargo, por su textura y color, nos está recordando totalmente al arroz.

Este sushi es ideal para las cenas. Además, al no llevar arroz, no se necesita mucho tiempo para hacerlo.

Torrijas ligeras (sin freir y sin azúcar)

Época de semana santa y, por tanto, olor a torrijas por doquier. Nosotras somos muy de antojos, y es ver una imagen de la típica torrija de abuela y comenzamos a salivar...jiji.

Por supuesto, no podíamos dejar pasar la oportunidad de "healthyficar" esta receta tan tradicional, eliminando de ella el azúcar y prescindiendo de la fritura. 

De esta forma, podemos disfrutar de este plato de una forma más ligera, sin dejar de lado ese sabor tan especial que tantos recuerdos nos trae. 

Si andáis metidos en el mundillo "healthy" desde hace un tiempo, ya conoceréis esta forma de cocinarlas, pero si os acabáis de iniciar, os vendrá genial. Es super fácil, así que vamos allá. 

Nosotras hemos utilizado pan de molde integral porque es el que teníamos por casa (festivo=pijama=aquínosebajaniaporelpan), pero podéis hacerlas con cualquier tipo de pan, y si es de el día anterior, mejor que mejor. 

Una vez tengáis las rodajas de pan, tenéis que remojarlas en la siguiente mezcla:

- Huevos o claras de huevo (si queréis restarles calorías, utilizad solo claras, si no, el huevo entero).

- Leche desnatada o vegetal (a nosotras nos gusta el regustillo que le deja la leche de soja). 

- Endulzante (estevia, edulcorante, azúcar moreno; vosotros decidís...). 

- Ralladura de limón y naranja. Nosotras hemos utilizado pan de molde integral porque es el que teníamos por casa, pero podéis hacerlas con cualquier tipo de pan. 

Cuando el pan esté bien remojadito (tampoco os paséis, que si no se rompe), calentamos bien una sartén ANTIADHERENTE (esto es muy importante, para no tener que utilizar aceite) y las planchamos por las dos caras, hasta que estén tostaditas.

Las pasamos a un plato y espolvoreamos canela por encima. Ya podemos degustarlas y disfrutar de esta delicia calentita, aunque frías también molan.

Banana bread para desayunar todos los días ¿por qué no?

Seguro que los que habéis probado el Banana Bread original, con sus generosas cantidades de azúcar, chocolate y nueces, lo habéis flipado en colores de lo rico que está pero, a la vez, os ha sentado bastante pesado y habéis sido consciente de que no es un bizcocho para tomar a diario ¿verdad?

Pues en nuestro afán por versionarlo todo, "aligerarlo" y conseguir un postre que podamos consumir cada día en cualquier momento, hemos dado con este bizcocho tipo Banana Bread que nos ha encantado.

Ya sabéis que la clave es modificar los ingredientes por otros más sanos o cambiar la proporción de cantidades. Obviamente, no es lo mismo el Banana Bread "fat" que este mucho más "fit", pero no quita que esté buenísimo igual y, por supuesto, que siente mucho mejor.

Primer sorteo en "Don't worry, be healthy"

Pues aquí está la sorpresa que os teníamos guardada, un sorteo con unos cuantos cariñitos para iniciaros o continuar con este estilo de vida que tanto nos gusta. El premio consta de:

• Un paquete de 1,5kg de harina de avena con sabor a gofre y chocolate blanco, de una conocida y muy bien valorada marca fitness.

• Un paquete de 225g de semillas de Chia, un super alimento que deberías incluir en tu alimentación.

• Un estuche de silicona para cocinar al vapor en el microondas o en el horno.

• Un set de moldes para cupcakes de silicona, perfectos para hacer nuestras recetas.

• Seis sobres de Bolero de sabores variados (sandía, kiwi, isotónico, plátano, naranja sanguina y té al limón), para que te hagas tus propias gelatinas, pongas sabor al agua fresca o crees originales postres.

• Un tupper para ensaladas en formato vertical con tenedor incluido, porque comer fuera no tiene por qué ser excusa para hacerlo mal.

• Una jarrita de cristal (o cuquitarrito) con tapa de rosca y pajita, para que disfrutes de tus batidos y smothies saludables.

  Un cortador de juliana para hacer “espaguetis” con verduras (calabacín, zanahoria...).

Antes de nada, leeros la siguiente información para conocer cómo participar y las bases del sorteo.

Mantequilla de cacahuete "crunchy"

¡Esto es una auténtica delicia! Una mantequilla de cacahuete 100% natural, 100% cacahuete. 

Vale, sí, es una bomba calórica si te pasas un poco, pero es una fuente riquísima de nutrientes, con un montón de proteínas y grasas saludables que, tomada con moderación, solo te aportará beneficios. Lo rica que está ya es cosa aparte...

Si os animáis a hacerla, probadla en una tostada con mermelada de fresa o utilizadla como dip para mojar gajos de manzana o de plátano, vais a alucinar.

Tarritos cremosos de cheescake

En esta receta os presentamos unos tarritos de tarta de queso o "cheescake" super sencillos, ligeros y deliciosos, perfectos para el postre o para la merienda. 

La receta está pensada para raciones individuales en vasitos, pero podéis aumentar las cantidades para hacerlos en versión "tarta", utilizando un recipiente desmoldable.

Os animamos a que los probéis y agradecemos a nuestra amiga Chorima sus aportaciones y apoyo para el blog :).

Cookies de avena y chips de chocolate

Estas son las cookies en versión saludable más ricas que hemos probado hasta el día de hoy. Es imposible comer sano y aburrirse así, porque son un auténtico gustazo para el paladar.

Quedan crujientes por fuera y suaves por dentro, así que son perfectas para comer tal cual o para mojar un un buen vaso de leche o en el café.

La receta es básica, así que podéis echarle imaginación y añadirle otros frutos secos o deshidratados, coco, semillas, trozos de fruta... 

Tagliatelle caseros con gambas

Una persona no se puede considerar una auténtica cocinitas hasta que consigue hacer su propia pasta casera. Esto es así porque los Reyes Magos lo han decidido cuando decidieron regalarnos una estupenda máquina de hacer pasta (sí, la típica de manivela para estirar la masa y hacer la forma de tallarines y espaguetis...). La teníamos, desde entonces, bien guardadita en su caja esperando a que algún alma caritativa nos enseñase a utilizarla, pero no hizo falta, nos armamos de valor y no tuvimos más que buscar en San Google para percatarnos de que era muchísimo más sencillo de lo que nuestras cabezotas pensaban.

Así que hoy, vamos a compartir la receta que utilizamos para hacer nuestras pasta casera y el procedimiento. Ante todo, no os asustéis por lo de la maquina, porque no es necesaria (si bien, facilita mucho el tema "estirado" de la masa y más si no se os dan muy bien las masas como a nosotras).

Y ya que nos ponemos, os contamos con qué acompañamos nuestros primeros tagliatelle: un mejunjito de gambas salteadas con verduras, albahaca y cebollino muy resultón y sanote.

"Oreo" versión 2.0.

Una de las galletas más conocidas y amadas por casi todo el mundo son las Oreo. Será por su galleta, por su crema, por su capacidad de hacer que no puedas comer solo una o por lo bien que quedan en recetas guarrindonguis tipo brownie o cheescake. 

Sea lo que sea, está claro que sanas, lo que se dice sanas, no son, y no hay más que mirar sus ingredientes y valores nutricionales para percatarse, así que les hemos dado alguna que otra vuelta (de 360º más bien) y hemos conseguido la receta perfecta para quitarse el antojo de estas galletas en cualquier momento

Para ello, nos hemos aliado con la harina de algarroba y el cacao puro y el resultado ha sido el siguiente:

Lacitos integrales con salsa de aguacate y huevo poché

Normalmente os traemos recetas "genéricas" para que podáis aplicarlas a diferentes platos; de hecho, la idea, era subir simplemente la receta de la salsa de aguacate (para pasta, arroz, ensaladas...). 

No obstante, la combinación de esta pasta en concreto, con la salsa y con el huevo poché nos ha encantado, así que hemos decidido presentárosla así, en plan plato completito, para que optéis por hacerla tal cual u os quedéis con las partes que más os convenzan.

La receta de hoy, por tanto, incluye el cómo hacer la salsa de aguacate, por un lado, y cómo hacemos de forma sencilla los huevos poché. Como decimos, todo esto combinado con la pasta integral queda fenomenal, pero tanto la salsa como el huevo son super versátiles para utilizar en otros platos.

Los ingredientes que hemos utilizado han sido:

- lacitos de pasta integrales (nos encantan los de Lidl, por su relación calidad-precio-sabor);

- un huevo;

- un aguacate bien maduro;

- sal, pimienta y chile en polvo (opcional);

- una cucharadita de queso de untar ligero;

- un chorrito de limón.

Mientras ponéis la pasta a cocer en agua hirviendo durante los minutos que marque el envase (en este caso han sido 15), abrimos nuestro aguacate, lo vacíamos y lo ponemos en el vaso de un procesador de alimentos o la batidora. Tenemos que emulsionarlo bien junto con el zumo de limón, la sal, la pimienta, el queso crema y el chile (si decidís ponerlo) hasta obtener una mezcla super cremosita que os aconsejamos probar hasta dar con la medida correcta de especias. 

Cuando la pasta esté lista, la sacamos con una espumadera y la apartamos, puesto que vamos a aprovechar su agua de cocción para cocinar nuestros huevos poché. Existen varias maneras de hacerlos, pero como nosotras tiramos siempre por lo práctico, siempre los hacemos introduciendo cada huevo en un saquito de papel film ayudándonos de una taza para ello y atándolos con el propio papel o con cordel especial para cocina (como podéis ver en la foto). El agua de cocción debe estar bien caliente pero sin llegar a hervir; en ella meteremos los saquitos durante 4 minutos de reloj. Después, es importante que los saquemos y detengamos la cocción introduciendo los sacos en un recipiente con agua fría. Recordad sazonar los huevos antes de cerrar el saquito (nosotras solemos ponerle sal, pimienta y un poquito de cebollino fresco).

Ahora solo falta combinar nuestras tres elaboraciones. Para ello, nosotras apartamos la pasta en otra olla junto con un poquito de agua de cocción para que no se enfríe y le añadimos nuestra salsa de aguacate. Esta salsa queda genial para platos fríos, pero si queréis comer "caliente", os recomendamos que calentéis la pasta pero no la salsa, ya que el aguacate se amarga al cocinarlo, así que con mezclar la salsa con la pasta caliente, es suficiente. Removed bien para que se integren salsa y pasta y poned en el plato. Coged vuestro saquito poché, cortarle el extremo con unas tijeras y poned el huevo sobre la pasta, partirlo por la mitad y dejar que empiece la magia. A mayores, podéis ponerle un poquito de queso rallado o en polvo ligero.

¡A disfrutar!

Crumble de manzana

El crumble es un postre típico inglés que está delicioso. Se trata de una especie de masa que recuerda a las galletas de mantequilla y que se toma calentita junto con un poco de nata, helado o yogur. El crumble más conocido es el de manzana, pero existen un montón de variantes, como por ejemplo, de frutos rojos o de melocotón.

Si no lo habéis probado todavía, os invitamos a que lo hagáis, aunque aquí os proponemos, como siempre, nuestra versión más sana y ligera, para poder disfrutar de este platazo siempre que nos apetezca.

Vamos allá con una receta sencilla, reconfortante y muy resultona para acompañar el cafecito de la tarde en estos días tan fríos que estamos teniendo.

Raxo de pollo

Una de las tapas más típicas en Galicia es el raxo. El raxo, tradicionalmente, es carne de cerdo, de la parte del lomo, cortada en dados, marinada varias horas en una mezcla de ajo, perejil, aceite y sal; y salteada posteriormente. No obstante, en cada bar lo hacen de una forma distinta, con pimiento rojo, con pimientos de padrón, con champiñones, al cabrales... De hecho, hoy en día, es muy habitual encontrar la versión de pollo del raxo, mucho más suave. 

A nosotras, personalmente, es un plato que nos encanta, así que lo hacemos mucho en su versión más sana (básicamente usando pechuga de pollo y sin bañarla en aceite, como hacen en los bares), con algún que otro detalle más que le da un montón de sabor. 

Seguid leyendo y quedaros con esta receta tan sencilla para diario, que queda ideal acompañada de un arrocito integral en blanco o con nuestras patatas "deluxe". 

Los ingredientes que solemos utilizar son, más o menos, para dos personas son:

- 2 pechugas de pollo (calculamos una por persona, pero si es muy grande, tan solo utilizamos una);

- 1 pimiento rojo pequeño, cortado en tiras;

- 1 cebolla mediana o 2 cebolletas, en juliana;

- 1 diente de ajo picado;

- champiñones laminados al gusto (opcionales);

- salsa de soja reducida en sal;

- vino blanco;

- sal y pimienta;

- 3 quesitos light o un trocito de queso tierno ligero;

- caldo de pollo.

Solo tenemos que picar las verduras y cortar la pechuga de pollo en dados. Ponemos un chorrito de aceite de oliva en una sartén y pochamos bien las verduras en este orden: el pimiento, la cebolla, los champiñones y el ajo. A continuación, añadimos el pollo y dejamos que se dore bien por todas sus caras. Añadimos un chorrito de vino blanco y un chorrito de salsa de soja y dejamos que reduzca. Cuando se empiece a pegar y la mezcla nos pida "líquido" ponemos un poco de caldo de pollo, añadimos las especias y los quesitos y dejamos a fuego lento hasta que el pollo esté cocinado y nos quede el espesor deseado de salsita.

Dip de berenjena

La receta que os traemos hoy es super versátil. Se trata de un dip de berenjena que nos enseñó nuestro abuelo y que está "pa' chuparse los dedos". 

Se nos ocurren un montón de usos para él: mojar palitos de pan o nachos para picotear, acompañar un plato principal (a la lubina a la plancha o al cordero le queda impresionante), para ensaladas... 

Una delicia que no debéis dejar de probar, aunque sea una vez en la vida jeje.

Vamos allá con los ingredientes y con su elaboración. Necesitaréis, para llenar más o menos un tazón (sobre 500 g):

- 2 berenjenas medianas,

- 3 dientes de ajo,

- 1 cucharada de aceite de oliva,

- 2 cucharadas de queso fresco batido o yogur griego 0,0% (si buscáis la opción vegana, ponedle un par de cucharadas de tofu machacado o nata de tofu),

- sal, pimienta,

- 1/2 limón.

Para preparar las berenjenas vamos a utilizar los fogones, tal cual. Ponemos la berenjena directamente sobre el fuego y dejamos que se tueste/queme. También lo podríais hacer en una parrilla, pero es muy importante que tenga contacto directo con el fuego, si no no va a tener ese sabor tan especial. Vamos girando la berenjena con cuidado hasta que se tueste toda la piel y esté bien blandita (aproximadamente 15-20 minutos al fuego).

Hacéis lo mismo con la otra y las dejáis enfriar un poco (porque ahora vamos a utilizar los dedos y si no os vais a quemar). Tenemos que pelar la berenjena a mano, con cuidado de sacar toda la parte "quemada". Nos quedará la berenjena bien asadita y llena de jugo. 

Ahora machacamos los ajos en un mortero, junto con el aceite de oliva, la sal y la pimienta. Si tenéis un triturador, triturad la berenjena junto con el majado y agregad el resto de ingredientes (el yogur y el limón). 

A nosotras nos gusta tomarlo fresquito pero tanto templado como calentito está bueno, dependiendo del plato para el que lo utilicéis.

Si no sois mucho de berenjena os garantizamos que, aunque a nosotras nos encanta este vegetal, no sabe a berenjena. 

Mermelada de kiwi

Seguimos con las frutas de temporada y las recetas para aprovecharlas y consumirlas de diferentes maneras. En este caso le toca al kiwi, una fruta tan bonita por dentro como beneficiosa para nuestro cuerpo.

Cuando pensamos en vitamina C seguramente lo primero que se nos viene a la cabeza es la naranja ¿verdad? Pues el kiwi nos aporta el doble de vitamina C, así que consumiendo una pieza al día casi completamos el aporte recomendado diario... Por si esto fuera poco, el kiwi, además de otros múltiples nutrientes, nos aporta fibra, así que es una fruta ideal para cuidar el tránsito intestinal.
Pero aún sabiendo todo esto, much@s de nosotr@s dejamos de consumir algunas frutas por aburrimiento o "pereza", así que para superar esto os proponemos buscar alternativas más apetecibles con ellas. 

Para ello, una buena receta es la de las mermeladas, ya que resultan muy "polivalentes" no solo para untar en tostadas, sino también para endulzar yogures naturales y quesos, para realizar postres (rellenar magdalenas y bizcochos, cubrir galletas, hacer gelatinas...).
En esta receta, por tanto, vamos a hacer una mermelada de kiwi sin azúcar, totalmente natural y saludable, que podéis tomar como modelo para obtener otras mermeladas.

Crea tu propio muesly para desayunar: muesly clásico y muesly "carrot cake"

Lo reconocemos, nos confesamos adictas al muesly... Sí, a esa mezcla de copos de avena, frutos secos, frutas deshidratadas, azúcar, azúcar, más azúcar, aceites, trocitos de chocolate... Eso que nos intentan vender como "sano" o "light" y que en el fondo (y en la superficie) es una bomba calórica poco recomendable para consumir a diario.

Así que Rousi y Angie al rescate de otr@s muesly-adict@s como nosotras. Os traemos la clave para hacer vuestro propio muesly en casa, quitando todos los ingredientes que nos sobran y quedándonos con aquello que solo nos aporta cositas buenas a nuestro cuerpo y un montón de energía.

Os proponemos dos versiones, la primera, un muesly básico con avena tostada, frutos secos, frutas deshidratadas y semillas; y la segunda, nuestro querido muesly con sabor a "carrot cake".

Magdalenas de mandarina y semillas de amapola

Seguro que much@s de vosotr@s tenéis un buen cargamento de frutas de temporada que os ha traído algún familiar o vecino del campo... En nuestro caso, tenemos "overbooking" de mandarinas en el frutero, así que hemos pensado en esta receta para aprovecharlas y no desperdiciar ni una.

Las mandarinas son frutas llenitas de agua, fibra, antioxidantes y una genial fuente de vitamina C.  Además, no son altas en azúcares y resultan muy cómodas para llevárnoslas por ahí como tentempié.

En esta receta hemos combinado mandarinas trituradas con semillas de amapola que, junto con la harina integral que les hemos puesto, resultan una opción muy saludable de fibra y nutrientes. Además, para qué lo vamos a ocultar... ¡están buenísimas!

Mugcake de cacao en 3 minutos

Hoy os traemos una receta "fast food" pero del que nos gusta a nosotras, sanote a más no poder. Se trata de un mugcake de cacao, perfecto para desayunos o meriendas, ya sea para que te lo zampes enterito o para compartir. Se hace en menos de 3 minutos, así que la excusa del "no tengo tiempo para cocinar" en este caso no es válida para comer mal jijiji.

La receta es tan sencilla como mezclar bien todos los ingredientes que os mostramos a continuación dentro de una taza (mejor grandota, ya que debe quedar un espacio para que suba), y meter en el microondas, aproximadamente , entre 2 y 3 minutos a máxima potencia (mejor apagarlo a los 2 minutos y comprobar su estado, ya que según la potencia de vuestro micro necesitará más o menos tiempo, y es mucho mejor que quede jugoso a que se seque).

- 3 cucharadas de harina de avena (que podéis sustituir por la que queráis);
- 1 cucharada de cacao puro en polvo sin azúcares añadidos;
- 1 cucharadita de levadura;
- 3 claras de huevo;
- 2 cucharadas de leche (desnatada, vegetal, sin lactosa...la que queráis);
- vuestro endulzante habitual.

Podéis acompañarlo de fruta fresca, sirope de cacao (agua o leche caliente + cacao puro en polvo sin azúcares añadidos + endulzante),  mermeladas... Ya que es un bizcocho que tiende a secarse con el paso de los minutos, una buena idea es cortarlo en tres partes y rellenarlo con queso batido, queso crema, yogur, o los productos que os mencionamos al inicio de este párrafo. 

Por supuesto, podéis modificar los ingredientes a vuestro antojo y cambiar de harinas, añadirle frutos secos, ponerle algún elemento "graso" para darle jugosidad (un poco de aceite de oliva, un poco de queso o de yogur, crema de cacahuete casera...).

Esperamos que lo probéis y que lo disfrutéis mucho. A nosotras nos encanta para mojar en un buen cafecito mañanero y llenarnos de energía y sabor a chocolate mmmmmmm.
¡Que aproveche!

Las lentejas de la abuela... ¡sin lentejas! (con soja)

Pero qué buenas están las lentejas de las abuelas y las madres... No sabemos cómo lo hacen, pero siempre le dan su toque especial, y aunque sigas su receta paso por paso, las suyas siempre son mejores. Misterios de la vida todavía sin resolver y que no pretendemos resolver porque es parte de la magia de la cocina.

Ya que no queremos (en realidad, no podemos) hacer competencia a las típicas lentejas, vamos a darle un pequeño giro a este guiso utilizando soja en vez de lentejas, añadiendo verduras a tope y dejando a parte los elementos más "grasos" del plato (chorizo, panceta...).

El resultado es un guisote de soja perfecto para esos días fríos en los que llegas de trabajar o de clase  cansad@ y helad@ y necesitas alimento del bueno y bien calentito que te reconforta y te llena de energía para afrontar el resto del día.

Salsa de coliflor para pasta

La coliflor es un alimento super versátil para hacer "trampantojos" sanos. Ya os enseñamos en otra ocasión las croquetas de coliflor con taquitos de jamón y os mostraremos en próximos posts cómo hacer falso cuscús de coliflor.

En la receta de hoy os traemos una salsa que puede servir para acompañar pastas, sustituir las "bechamel" en algunos platos o, incluso, utilizar como "dip" para crudités o aperitivos salados tipo nachos. 

Se trata de una salsa que lleva, básicamente, coliflor en su 90% y, dado que la coliflor no es una de las verduras que más sabor tienen, le ponemos un toque de curry para alegrarla un poquito. Queda muy suave, sacia un montón, y es una forma genial de comer coliflor para l@s que no os convence demasiado este alimento.

Tortitas: receta básica de cuatro ingredientes + toppings

Una de las primeras recetas con las que nos empezó a entrar el gusanillo de la "vida sana" fue la de las tortitas de avena. No dábamos crédito a que con ingredientes tan poco apetecibles en un principio como las claras de huevo y la avena se pudiesen obtener resultados tan deliciosos.

Poco a poco fuimos alterando las cantidades de los ingredientes y añadiendo otros hasta obtener la receta de las tortitas que a nosotras nos gustan y las que mejor se adaptan a nuestra alimentación y necesidades.

En este post os mostramos esa receta de tortitas básicas y os enseñamos algunos ejemplos de toppings que podéis ponerles para darles más sabor y completar vuestros desayunos y meriendas al máximo.

"Sanutella" o crema de cacao y avellanas sin guarrindongadas

¿Os acordáis del anuncio de Nocilla de toda la vida? "Leeeche, cacaooo, avellanas y azúcaaaar: Nociiiiiilla" Pues si tenemos en cuenta esos ingredientes y sustituimos el azúcar por otro endulzante, no es descabellado hacérnosla en casa sin añadirle nada más que no queramos añadir a nuestra dieta. 

La receta es tan sencilla que hasta nos da vergüenza publicarla, ya que es más cuestión de "maquinaria" que de maña, pues necesitamos un aparato con el que triturar muy bien las avellanas para obtener la textura que buscamos.

Los ingredientes que hemos utilizado para llenar un tarro de "Sanutella" han sido:

- 100 g de avellanas tostadas sin piel;

- 50 g de cacao en polvo sin azúcares añadidos;

- leche (nosotras usamos la de almendras, porque le da un toque muy bueno) -la cantidad es más bien a ojo, pero, aproximadamente 100 ml-;

- vuestro endulzante habitual (recomendamos stevia, edulcorante líquido o sirope de ágave para esta receta).

El modo de preparación de esta crema es conseguir un procesador de alimentos y triturar las avellanas durante varios minutos. Iréis viendo como la "grasa" de las avellanas empieza a verse y se forma una pasta similar a la de la mantequilla de cacahuete. Una vez la tengáis, agregad el cacao y el edulcorante y volver a mezclar. Id poniendo leche tibia poco a poco hasta conseguir la textura deseada.

Nuestra versión ligera de los chorizos o "chorisanos"

Aunque los chorizos tienen fama de alimentos poco saludables por la cantidad de grasa que suelen llevar y lo fuerte que nos sientan al estómago (por sus condimentos, más que por sus ingredientes), nosotras nos pronunciamos a favor del chorizo, ya que no son un peor alimento que otros si los consumimos con cabeza. 

Por otra parte, siempre hay una versión más ligera para todo, y también para el chorizo. Solo tienes que pensar en sus ingredientes y reemplazarlos por otros que se ajusten más a tus necesidades/gustos.

Con esta receta os traemos unos "chorisanos" de pollo que no van en contra de ninguna dieta de adelgazamiento ni de mantenimiento, ideales para vuestros platos diarios (cocidos, lentejas o el típico huevos con patatas y chorizo). También son idóneos para el picoteo si los cortáis en trocitos y los tostáis, para hacer bollitos "preñaus" con ellos o para hacer vuestras barbacoas mucho más saludables.