Galletas de navidad

Nos encanta la navidad, sobre todo en lo referente a decorar la casita y preparar un montón de dulces navideños. Todos los años solemos hacer las típicas galletas navideñas de canela y gengibre, así que este año hemos decidido intentar simularlas en su versión más ligera.

El resultado ha sido una galleta bastante similar en cuanto al sabor (dado que las especias utilizadas son las mismas y podemos conseguir el mismo grado de dulzor). La textura es quizás más abizcochada, al no utilizar apenas grasa, pero, sinceramente, para matar ese antojo de las tardes navideñas junto con un cacao caliente o un té, vienen genial.

Los INGREDIENTES que hemos utilizado para esta receta son:

- 100 gramos de harina integral (que podéis sustituir por la harina que os apetezca, por ejemplo, de avena) y un poquito más para amasar;

- 1 cucharada de canela;

- 1 cucharadita de jengibre en polvo;

- 1 pizca de sal;

- 1 cucharada de margarina o de aceite de oliva;

- 1 clara de huevo;

- Esencia de vainilla o de mantequilla (la conseguimos en Lidl).

- Moldes para galletas.

La RECETA es tan sencilla como derretir la margarina y mezclar con el resto de ingredientes hasta obtener una masa bien compacta que después amasaremos con las manos. 

Si os queda demasiado líquida, agregadle más harina o introducidla unas horas en la nevera; si os queda demasiado "mazacote", podéis ponerle un poco de aceite de oliva, un chorrito de leche caliente o una clara de huevo más.

Una vez amasada, la extendemos con un rodillo y vamos cortándola con nuestros cortapastas de navidad. Los típicos que se usan para estas galletas son los "hombrecillos", pero, obviamente, podéis utilizar los que queráis.

Ponedlos sobre papel vegetal para horno y hornear entre 5 y 10 minutos con el horno precalentado a 200º. Están listas cuando se empiezan a dorar, pero no os paséis porque tienden a endurecerse demasiado. Aunque os parezca que están blanditas todavía, es por el calor, así que sacadlas y veréis como al templarse adquieren otra textura.