Nuestra versión ligera de los chorizos o "chorisanos"

Aunque los chorizos tienen fama de alimentos poco saludables por la cantidad de grasa que suelen llevar y lo fuerte que nos sientan al estómago (por sus condimentos, más que por sus ingredientes), nosotras nos pronunciamos a favor del chorizo, ya que no son un peor alimento que otros si los consumimos con cabeza. 

Por otra parte, siempre hay una versión más ligera para todo, y también para el chorizo. Solo tienes que pensar en sus ingredientes y reemplazarlos por otros que se ajusten más a tus necesidades/gustos.

Con esta receta os traemos unos "chorisanos" de pollo que no van en contra de ninguna dieta de adelgazamiento ni de mantenimiento, ideales para vuestros platos diarios (cocidos, lentejas o el típico huevos con patatas y chorizo). También son idóneos para el picoteo si los cortáis en trocitos y los tostáis, para hacer bollitos "preñaus" con ellos o para hacer vuestras barbacoas mucho más saludables.

Para elaborar cinco choricitos, hemos utilizado los siguientes INGREDIENTES:

-  Una pechuga de pollo o pavo de, aproximadamente 250 g (o ambas mezcladas);

- ajo y cebolla en polvo (una cucharada de cada);

- una pizca de orégano;

- sal;

- pimentón dulce (una cucharada bien generosa, a poder ser de pimentón de la Vera);

- pimentón picante (opcional, para hacer chorizos picantes);

- una cucharadita de aceite para darles un poco más de jugosidad (aunque también es opcional).

Su PREPARACIÓN es bien sencilla. Solo tenéis que picar la carne y mezclarla con el resto de ingredientes, dejar reposar la mezcla unas horas en la nevera y, a continuación, hacer rollitos con ella ayudándonos de film transparente (cortamos un trozo, ponemos encima un poco de mezcla, enrollamos y atamos los extremos con un nudo con el propio film o con cuerda de cocinar).

Una vez tenemos nuestros rollitos podéis hacer varias cosas con ellos: congelarlos tal cual, conservarlos en crudo en la nevera o cocinarlos. Si optáis por cocinarlos, os recomendamos dejarlos reposar un rato en la nevera para que no pierdan su forma al quitarles el film. 

Para cocinarlos podéis ponerlos unos minutos al microondas o cocerlos en agua; en ambos casos, debéis pinchar un poco el film para que no se formen pelotas de aire en el interior. También  podéis hacerlos a la plancha o a la barbacoa (en estas dos opciones, no olvidéis quitarles el film antes de exponerlos al calor).

Muchas gracias por leernos :)