Magdalenas de mandarina y semillas de amapola

Seguro que much@s de vosotr@s tenéis un buen cargamento de frutas de temporada que os ha traído algún familiar o vecino del campo... En nuestro caso, tenemos "overbooking" de mandarinas en el frutero, así que hemos pensado en esta receta para aprovecharlas y no desperdiciar ni una.

Las mandarinas son frutas llenitas de agua, fibra, antioxidantes y una genial fuente de vitamina C.  Además, no son altas en azúcares y resultan muy cómodas para llevárnoslas por ahí como tentempié.

En esta receta hemos combinado mandarinas trituradas con semillas de amapola que, junto con la harina integral que les hemos puesto, resultan una opción muy saludable de fibra y nutrientes. Además, para qué lo vamos a ocultar... ¡están buenísimas!

Los ingredientes que hemos utilizado para hacer 12 magdalenas son los siguientes:

- 150 ml de leche de soja (o la leche que más os guste),

- medio limón,

- 150 g de queso fresco batido 0,0% o yogur griego desnatado,

- 1 huevo y 3 claras,

- 3 mandarinas medianas,

- 1 cucharada de edulcorante (podéis utilizar el endulzante que más os guste: stevia, azúcar moreno, sirope de ágave...),

- 200 g de harina de trigo integral (que podéis sustituir por la harina que prefiráis),

- 1 sobre de levadura química tipo Royal,

- 1 pizca de sal,

- 2 cucharaditas de semillas de amapola (modificables por frutos secos, chips de chocolate, pasas...).

El proceso de elaboración no es nada complicado. Mientras mezcláis los ingredientes os recomendamos que vayáis precalentando el horno a 200º para conseguir unas magdalenas "con moño". Si las queréis planas para poner algún tipo de decoración encima, no lo calentéis con tanta antelación.

- Lo primero que vamos a hacer es poner los 150ml de leche en un vaso junto con el zumo del medio limón. Dejando reposar esta mezcla conseguiremos una especie de "buttermilk" que dará esponjosidad a nuestra masa de magdalenas.

- En un recipiente aparte vamos a mezclar los ingredientes líquidos. Primero batimos bien el huevo y las claras con las varillas eléctricas hasta que se llenen de aire y doblen su tamaño. A esto le añadiremos el edulcorante, el queso batido, la leche "cortada" con el zumo de limón y las mandarinas bien trituradas (en caso de que no tengáis triturador y optéis por exprimirlas, no desperdiciéis la pulpa, ponédsela también).

- En otro recipiente vamos a mezclar los ingredientes secos: harina, levadura y sal y, con un tamizador, vamos a ir añadiéndoselos  a la mezcla húmeda poco a poco, integrándolo bien e intentando que no se baje la mezcla líquida.

- Finalmente, añadimos las semillas de amapola y mezclamos.

- Ahora solo queda llenar nuestras cápsulas de magdalenas (recomendamos utilizar debajo de las cápsulas de papel moldes rígidos, ya sean de metal, flaneras, de silicona o de aluminio; de lo contrario, el papel se abrirá y quedarán magdalenas planas, no subirán. No las llenéis del todo ya que la mezcla sube; más o menos llenadlas 1/4 de su capacidad. Podéis poner más semillas de amapola por encima para que queden más vistosas.

- Para que las magdalenas suban es importante que el horno esté bien caliente y que no lo abráis en ningún momento; en este caso, horneadlas a 200º durante 15 minutos, y dejadlas dentro unos minutos una vez apagado el horno, y después entreabierto hasta que se enfríe. Como mencionamos antes, en caso de que queráis decorar las magdalenas tipo "cupcake" horneadlas a menos temperatura y sin precalentar tanto el horno, más o menos 25 minutos a 160º (en cuyo caso sí podéis abrir el horno y comprobar la cocción con un palillo).

Esperamos que disfrutéis de estas delicias cítricas de temporada. Si tenéis alguna duda con la receta, no olvidéis que estamos atentas a vuestras preguntas y comentarios en las redes sociales que podéis encontrar en la cabecera del blog :).