Crumble de manzana

El crumble es un postre típico inglés que está delicioso. Se trata de una especie de masa que recuerda a las galletas de mantequilla y que se toma calentita junto con un poco de nata, helado o yogur. El crumble más conocido es el de manzana, pero existen un montón de variantes, como por ejemplo, de frutos rojos o de melocotón.

Si no lo habéis probado todavía, os invitamos a que lo hagáis, aunque aquí os proponemos, como siempre, nuestra versión más sana y ligera, para poder disfrutar de este platazo siempre que nos apetezca.

Vamos allá con una receta sencilla, reconfortante y muy resultona para acompañar el cafecito de la tarde en estos días tan fríos que estamos teniendo.

Los ingredientes que necesitamos para hacer esta receta son:

- 2 manzanas (con reineta queda muy bien);

- canela en polvo;

- jengibre en polvo;

- 1 huevo o 2 claras;

- 100 gramos de harina de avena integral (sustituible por la que más os guste);

- 1 cucharada de aceite de coco (o aceite de oliva no muy intenso);

- endulzante (estevia, sacarina, panela, sirope de ágave, azúcar moreno...);

- 1 cucharada de vuestra leche o bebida vegetal habitual en caso de que la masa quede muy espesa.

El procedimiento es tan sencillo como seguir estos pasos:

- Pelamos y cortamos las manzanas en dados y las mezclamos con una cucharadita de harina, la canela y el jengibre.

- En otro recipiente, mezclamos el resto de la harina con el huevo o las claras, el endulzante, el aceite de coco y un poco más de canela; obtendremos una mezcla bastante espesa, a la que agregaremos la cucharada de leche.

- Agregamos las manzanas cortadas a esta masa y removemos bien.

- Acomodamos la mezcla en un recipiente para horno con papel vegetal y la horneamos a 180º hasta que quede doradita y crujiente.

- Podéis tomarlo tal cual, como si fuese una tartita, o acompañado de queso batido 0,0% o yogur griego desnatado.